Con un mercado internacional con altos precios y excelentes rindes, el trigo parece vivir un ciclo histórico. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires subió su estimación para la cosecha 2010/2011 en 300.000 toneladas, hasta 13 millones, y podría aumentar aun más este número. Sin embargo, las trabas a la comercialización por parte del Gobierno podrían impedir que los productores aprovechen el buen momento del cereal.
"Levantamos la estimación porque estamos viendo que los rendimientos son muy superiores a lo esperado. Si bien se esperaba que cayeran los rindes porque faltó algo de agua en la zona núcleo, se lograron rendimientos iguales o superiores a los de 2009 porque había buena humedad en el perfil", dijo Maximiliano Zavala, del Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
De acuerdo con el analista, en la presente campaña hay rendimientos sorprendentes, como los de 5000 y 7000 kilos en la zona núcleo agrícola (el promedio se estima en 2800 kilos). "Hubo también rindes malos, pero como hubo resultados muy por arriba de lo esperado en algunos lugares, esos números levantaron el volumen final estimado", dijo Zavala.
Según el experto, la Bolsa podría subir más la estimación, debido a que aún no se cosechó la zona núcleo triguera, el sudeste y el sudoeste bonaerense. "Allí el panorama es muy bueno porque llovió bien, por lo que el trigo desarrolló muy buena biomasa y buenas espigas. Pensamos que allí también podría haber rindes muy superiores a los históricos, que son de 40 quintales por hectárea", acotó Zavala. Sin embargo, advirtió, se pronostican problemas de calidad en la cosecha. "Las dosis de fertilizantes usadas no fueron calculadas en proporción a lo que finalmente el trigo rindió, así que quizás haya trigos bajos en gluten o peso hectolítrico", explicó.
Buenos precios
A las buenas perspectivas de cosecha se suman los factores internacionales, que favorecen al país. "Tenemos un escenario con precios internacionales inmejorables, debido a los problemas climáticos que hubo en los países de la ex URSS y que hay hoy en Australia, por exceso de humedad. El escenario para la Argentina es espectacular", dijo Ricardo Baccarin, vicepresidente de la corredora Panagrícola.
Claro que la intervención estatal en el mercado impide a los productores argentinos aprovechar la buena cosecha y las buenas perspectivas internacionales. "La comercialización está peor que nunca. Los registros de exportación se dan a cuentagotas, la venta está muy trabada porque no hay compradores y el FAS (precio interno) no tiene nada que ver con el alto precio internacional", dijo un operador del mercado que pidió reserva de identidad.
Por otro lado, la Sociedad Rural Argentina reclamó por la creciente diferencia que hacen las firmas exportadoras al comprar el trigo en el mercado interno a precio "pisado", y vender en el exterior al precio internacional, una diferencia que hoy ascendería a 54 dólares. "Una firma vendió ayer trigo a Egipto a 307 dólares la tonelada, de los cuales pagará 69 de retenciones y 11 o 15 de gastos. Entonces, la capacidad de pago de las exportadoras asciende a 223 o 230 dólares por tonelada, pero el trigo en el mercado interno se paga a 169 dólares, con lo cual hay 54 dólares que se quitan al productor y van al exportador", se quejó Gonzalo Villegas, referente de la SRA.