La producción argentina de maíz para esta nueva campaña (2011/12) llegaría a las 21,4 millones de toneladas. La cifra, revelada por la Bolsa de Comercio de Rosario, marca una fuerte caída con respecto a las previsiones de diciembre pasado de la misma entidad, cuando estimaba que la cosecha rondaría las 26 millones de toneladas.
Obviamente, la brusca caída está basada en la severa sequía que está afectando al cultivo, tras varias semanas sin precipitaciones como consecuencia del fenómeno climático La Niña. Recién la semana pasada, las lluvias llegaron al área agrícola del país, pero no fueron hasta ahora suficientes como para aliviar la drástica situación del cereal, que sufrió una importante merma de rendimientos, según destaca un cable de la agencia Reuters.
De hecho, el maíz es el cultivo más afectado por la sequía. Su producción tuvo un buen desarrollo en las primeras etapas de crecimiento favorecidos por las precipitaciones en ese periodo. Pero a fin de año, cuando las precipitaciones fueron mínimas y las temperaturas altas, coincidió con el período crítico del cultivo que estaba entrando en plena etapa de floración. Esto ha provocado, que en ciertas zonas las pérdidas superen el 50% de la producción estimada para esta campaña.
?Diciembre tuvo un comportamiento lapidario en cuanto a la oferta de agua. Hubo una muy significativa pérdida de humedad en la reservas de los suelos, agravada por las temperaturas y los vientos desecantes sobre una vasta área geográfica de Argentina?, señaló la entidad mediante un informe en el cual revela sus estimaciones mensual de cultivos.
De acuerdo a Reuters, la Bolsa de Rosario -ciudad donde se encuentra uno de los mayores puertos de granos del mundo-destacó también que el rendimiento promedio del maíz -cuya siembra está cerca de terminar- será de 6 toneladas por hectárea, por debajo del promedio histórico de 6,9 toneladas.
Los expertos además destacan que, a diferencia de la sequía que impactó en la producción agrícola en la campaña 2008/2009, esta vez es la zona núcleo la que concentra los perjuicios por la acuciante falta de precipitaciones. Los especialistas coinciden en que la actual sequía está más extendida que la anterior y, además, se inició antes, lo que podría convertirla en la mayor registrada en 46 años. Algunos analistas se animan a predecir que los campos maiceros corren riesgo de perder el 60% de la producción, porque la cosecha se juega este mes, mientras que la de la soja tiene algunas semanas más de margen, hasta febrero, a la espera de las lluvias.
Incluso organismos internacionales como el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) también se encuentran monitoreando el fenómeno y ya han recalculado a la baja las previsiones para la próxima cosecha, tal como lo hizo la Bolsa de Rosario.
En este sentido, el USDA estimó el jueves de la semana pasada que la producción argentina de maíz será de 26 millones de toneladas. Es decir, este organismo también modificó sus cifras iniciales por la sequía, ya que antes de que finalizara 2011 había previsto una producción de maíz de 29 millones de toneladas. |