Los máximos responsables del Gobierno chino se comprometieron a garantizar para 2011 un desarrollo económico «estable y sano», informó el domingo la agencia China Nueva, al anunciar la conclusión de una conferencia económica anual. Estas expresiones impactaron favorablemente en la apertura de los mercados de la semana. La lectura de los inversores fue que China no tomará grandes medidas para bajar los niveles de inflación, sino que el foco estará puesto en mantener las altas cifras de crecimiento de la economía. El hecho de que no se enfríe la actividad es un dato más que relevante, considerando que se trata de la segunda economía mundial y, sobre todo, la que más incide en la evolución de los mercados emergentes. Al término de la conferencia económica central, que se celebra cada fin de año para exponer las grandes líneas de la estrategia económica para los 12 meses siguientes, China también se comprometió a administrar la inflación de manera estable y activa, agregó China Nueva. El sábado, China anunció una inflación de más del 5%, la más alta desde la crisis financiera hace dos años, dejando presagiar, según los analistas, nuevas alzas de las tasas de interés para frenar los precios. Sin embargo, hasta ahora los aumentos de tasas fueron más bien tímidos y esta tendencia continuaría en los próximos meses. La suba de los alimentos fue el principal detonante para el incremento del índice de precios (aumentaron más del 11% en términos interanuales), tal como sucede, por ejemplo, en Brasil en los últimos dos meses. El índice de precios al consumo, principal indicador de la inflación, aumentó en noviembre del 5,1% en un año al 4,4% en octubre, según la Oficina Nacional de Estadísticas (BNS). Para los 11 primeros meses del año, el aumento con respecto al mismo período de 2009 es del 3,2%, por debajo del límite del 3% que se había dado el Gobierno. |