La seca instalada en el centro de la escena argentina ya está provocando efectos fuera del país. Además de impulsar las cotizaciones de la soja en el mercado de Chicago está generando la necesidad de aumentar el área por sembrar en los Estados Unidos, para mantener la continuidad del abastecimiento de la demanda mundial. Sucede que China sigue demandando mercadería sin pausas y en noviembre importó 5,4 millones de toneladas, "un 47 por ciento por encima de octubre y un 90 por ciento más que en igual mes del año pasado", afirma Sebastián Olivero, titular de la consultora Agro-Tecei.
Este comportamiento comercial ha aumentado las exportaciones de poroto y de aceite desde EE.UU., país en el que durante 2011 se hará cumplir el corte obligatorio del gasoil con biodiésel, algo que no se venía haciendo. Con una relación stock/consumo proyectada de sólo el 4,9%, los Estados Unidos deberían incrementar el área sembrada para compensar el ya seguro faltante sudamericano, que se producirá por las muy altas temperaturas de la segunda quincena de diciembre y de la falta de lluvias.
Al día de hoy, ambos factores han dejado sin sembrar cerca del 20% del área prevista inicialmente, en particular con soja de segunda. Esta superficie comprende un poco menos de 4 millones de hectáreas, que multiplicadas por 2,2 toneladas por hectárea equivaldrían a más de 8 millones de toneladas. A partir de estos datos, las últimas estimaciones de cosecha argentina se ubican por debajo de los 48 millones de toneladas, con un rango de 46 a 47 millones para las más optimistas y otro de 43 a 44 si continúa sin llover por mucho tiempo.
De acuerdo a lo expuesto, Olivero aconseja sólo avanzar con ventas en forma paulatina ante recorridos alcistas. "Si se decide cerrar negocios, se pueden combinar las ventas con la compra de calls o asegurar pisos de precios flexibles mediante puts", recomienda.
En el escenario internacional descripto, el precio del maíz debería fortalecerse respecto del valor de la soja para evitar una perspectiva de stocks aun más baja que la actual. Apuntalaría este comportamiento la aprobación del subsidio a la producción de etanol en EE.UU.; el petróleo cotizando alrededor de 90 dólares por barril, y la mayor demanda de maíz para forraje por las bajas temperaturas en los Estados Unidos y los altos precios de la harina de soja.