A pesar de los menores rendimientos que se registran, el área cultivada con maíz es un 25 por ciento mayor que el año pasado y la estimación del volumen total de la campaña es de 20 millones de toneladas, señaló un informe de la Asociación Maíz y Sorgo Argentinos (Maizar).
De acuerdo con el análisis, durante la campaña anterior el Gobierno estimó un "saldo exportable" de 14 millones de toneladas y libró Registros de Operaciones de Exportación (ROE Verdes) según ese número.
En el mismo período la exportación pudo comprar 17 millones de toneladas, llevando lo que no pudo exportarse a la cosecha próxima (marzo 11), e incluso hoy sobra más maíz en el mercado.
A 20 días del inicio de la cosecha debería valer el maíz un precio superior a la paridad de exportación. Sin embargo, se comercializa a 20 o a 30 dólares por debajo de esa paridad. Quiere decir que sobra más maíz, aproximadamente un millón más de toneladas, según los cálculos de Maizar.
La entidad concluye que el saldo exportable estimado por el Gobierno es de 14 millones, pero el "saldo real es de al menos 18 millones".
Agregó que "todo el año sobraron 4 millones de toneladas que el consumo interno no pudo absorber". Finalmente Maizar se pregunta: ¿este año sucederá lo mismo?; ¿quién saca las cuentas?; ¿qué vamos a hacer con tanto maíz?.
Clima y rindes
Al analizar la campaña de maíz en la zona de Rojas y de Salto (en la provincia de Buenos Aires), la entidad señaló que la resultante del menor número de espigas como consecuencia del clima desfavorable indica rendimientos potenciales desde 4000 a 9000 kilogramos por hectárea. La campaña anterior los rindes oscilaron entre 9000 y 13.000 kilos en la zona.
Destacó el informe que quienes apostaron a paquetes tecnológicos más sofisticados, con adecuada fertilización fosforada, buena "plantabilidad" (desvío entre plantas), híbridos de punta, "tolerancia cero con las malezas", buenas rotaciones y barbechos limpios atenuaron mucho el impacto de la sequía. Y eso se nota y mucho en los lotes.
"Quienes sembraron maíz en segunda fecha [diciembre] están jugando otro partido, con otros riesgos. Esos cultivos todavía no llegaron al período crítico [floración] y están con todo el potencial intacto, dado que capturaron las buenas lluvias de la segunda quincena de enero. Los que apostaron a diversificar fechas de siembra tienen una sonrisa dibujada en la cara", concluyó el informe de Maizar.