Una semana después del inicio de los bloqueos que paralizaron en forma total la actividad en las terminales portuarias del Gran Rosario, provocando fuertes pérdidas para las exportaciones de granos del país, la presidenta Cristina Fernández anunció ayer que el Gobierno nacional se pondrá al frente de las negociaciones para destrabar el conflicto y, en un duro mensaje a los gremios enrolados en la CGT, les exigió terminar con ?medidas extremas? al advertir que los trabajadores serán los ?principales perjudicados? por la situación.
?No se pueden tener los mismos comportamientos con los que se combatieron las políticas neoliberales en la década del ?90?, lanzó Cristina en un ácido reproche a la generalización de la metodología de bloqueos y piquetes impuesta por las organizaciones sindicales. Acto seguido, pidió a la dirigencia gremial ?responsabilidad? en sus reclamos para ?evitar que digan que los trabajadores están entorpeciendo el normal funcionamiento de la economía?.
Anoche, y en línea con la promesa de mediación asumida por la Presidenta, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, dictó la conciliación obligatoria y convocó para mañana en Buenos Aires a representantes empresarios y de los gremios que llevan adelante las protestas para intentar negociar una salida al conflicto. Sin embargo, desde la conducción de la CGT regional San Lorenzo informaron a última hora de ayer que analizarán detenidamente hoy la resolución de la cartera laboral y solo la acatarán ?si hay una solución de fondo? para los trabajadores. ?Si no hay una respuesta al reclamo, estamos preparados para mantener por 30 días los piquetes?, indicó el dirigente Edgardo Quiroga.
Por otra parte, el contundente reclamo de Cristina a los gremios y su decisión de que el Gobierno nacional se haga cargo de la negociación para solucionar el conflicto que desde hace siete días paraliza las exportaciones de granos y oleaginosas, se concretó apenas horas antes de los encuentros que por separado mantendrán hoy la conducción de la CGT y las cámaras empresarias del G-6 para analizar la situación generada por la huelga en el área de Rosario.
Cerca de Hugo Moyano, habían anticipado el lunes que en la reunión cegetista se proyectaba apoyar a los gremios que llevan adelante el bloqueo de los puertos, aunque esa posición podría reverse ante la fuerte exhortación de la Presidenta para poner fin a las medidas. En contrapartida, la actitud de Cristina serviría de apoyo al repudio que los miembros del G-6 preparan contra la metodología de los bloqueos (ver aparte).
La presidenta anunció la mediación del Ministerio de Trabajo nacional en el conflicto durante el acto de inauguración de la autovía Santa Fe-Paraná que compartió con el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner. ?Vamos a dar respuesta porque nos hacemos cargo de todos los problemas?, prometió Cristina tras el pedido que le formularon las autoridades santafesinas para que la Nación intervenga para levantar las medidas de fuerza.
El planteo de Binner tuvo lugar luego del fracaso de la reunión que el ministro de Trabajo santafesino, Carlos Rodríguez, mantuvo ayer con los representantes de las empresas que integran el complejo agroexportador en las búsqueda de algún acercamiento. La protesta, que ayer cumplió una semana, generó pérdidas millonarias para la actividad agroexportadora.