La sequía que afectó al maíz, que terminó de sembrarse la semana pasada, junto con la cupificación de la exportación del cereal, que los ruralistas rechazan, conforman el caldo de cultivo perfecto para la próxima protesta agropecuaria con la que los dirigentes rurales ya amenazan.
Según un estudio de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), los ruralistas dejarán de percibir ingresos en esta campaña maicera por u$s 1.615 millones que transferirán al Estado, las firmas exportadoras y la molinería, por distintos mecanismos.
En el primer caso, la transferencia se realiza por la vía de las retenciones, que son del 20% para el grano de maíz. Estimando un saldo exportable de 11 millones de toneladas, explica Cartez, y calculando un precio FOB (Free On Board, que quiere decir, puesto en puerto) de u$s 290 por tonelada, las retenciones alcanzan los u$s 58 por tonelada. Este cálculo arroja un total de transferencia al Estado de u$s 638 millones.
A su vez, como la cotización en pizarra es una sola y ya incorpora el descuento por retenciones, las 8 millones de toneladas de maíz que quedarán para consumo local también sufren un recorte de u$s 58 por tonelada, lo que eleva la transferencia de fondos en otros u$s 464 millones, según indica el estudio de Cartez, que firma su titular y ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Néstor Roulet.
A estos recortes en los ingresos del productor, el trabajo suma la ?falta de transparencia de los mercados?, el núcleo del reclamo de los productores. Según explica Cartez, el ?sistema oficial de comercialización por cupos le quita transparencia al mercado de granos al no haber competencia?, lo que hace que en algunos momentos compren los exportadores y en otros los consumeros, sin entrar a competir. Así, entiende la agrupación, ?el productor está cautivo de unos pocos que le pagan lo que quieren?. Este ítem descuenta otros u$s 513 millones a los ingresos de los productores.
Fue justamente la finalización del sistema de cupos a la exportación de trigo la que embanderó a los ruralistas en el último paro, y es este reclamo el que ya se prepara, ahora para el maíz, en la medida en que entra cada vez más cereal a los silos.
Entre retenciones, descuentos en las ventas al mercado interno y recortes adicionales por cupificación de exportaciones, la transferencia de fondos alcanza los u$s 1.615 millones, calculan en Cartez.
El cuadro termina de completarse con la sequía que afectó al maíz, por la que los rendimientos por hectárea, en promedio, cayeron 25% desde los que se calculaban cuando comenzó la siembra. En lugar de 8 toneladas por hectáreas, se calcula que el promedio nacional será de 6 toneladas. El recorte, multiplicado por las 3,15 millones de hectáreas sembradas, hace que de las 25 millones de toneladas de cosecha calculadas al principio del ciclo ahora se cosechen 19 millones. A un valor de u$s 195 por tonelada, la reducción de ingresos alcanza los u$s 1.228 millones que se suman a los anteriores para arrojar un total de u$s 2.843 millones para la campaña. Tras ver reducidos los ingresos, los ruralistas, encolumnados en las cuatro entidades, se preparan ya para nuevas protestas.