Las materias primas agropecuarias no lograron ayer recuperarse del martes negro, provocado por los temores a que China tome medidas para frenar la inflación y los problemas financieros que atraviesa Irlanda.
Las órdenes de ventas de las posiciones futuras en manos de los fondos especulativos se activaron fuerte en la rueda electrónica, por lo que el inicio de la jornada del miércoles había arrancado con subas para el maíz y la soja, pero finalmente la desinversión en granos se hizo más fuerte. En ese marco, la soja resignó otro 1% a sus cotizaciones. Así la soja cerró ayer a u$s 442 la tonelada, el menor valor en casi un mes, tras resignar más de u$s 50 por tonelada en menos de una semana, cuando había marcado su máximo en 26 meses.
El maíz, en tanto, perdió casi 3% más, y terminó en u$s 206 la tonelada, el menor valor en cinco semanas.
Tras dos ruedas consecutivas de fuerte retracción, los analistas consideraban que la vulnerabilidad del mercado parece haber llegado para quedarse en momentos en que el dólar se viene fortaleciendo y Europa enfrenta el segundo país con dificultades financieras graves como las que tuvo Grecia a mediados de año.
Algunos expertos creen que el raid alcista ya quedó atrás, y que los precios oscilarán por unas cuantas semanas en torno a los “pisos” marcados en los últimos días. No obstante, no descartan que los precios puedan volver a escalar fuerte en caso de que se confirmen las presunciones de que el clima seco perjudicará fuerte las campañas agrícolas de Brasil y la Argentina.
La segunda rueda consecutiva de bajas en Chicago no alcanzó al trigo, que mejoró 1%, o tres dólares, hasta u$s 246 la tonelada, ante las preocupaciones por el cereal de invierno en Estados Unidos.
En tanto, los negocios locales estuvieron un tanto alejados de lo que sucedía en el principal mercado de referencia. Si bien en la Bolsa de Comercio de Rosario hubo cambios de precios, no reflejaron en toda su magnitud el comportamiento externo.
En ese marco, el maíz se mantuvo en los mismos niveles que en el día previo, ante la aparición de un exportador que compró cereal con entrega más cercana.
Las oleaginosas, en tanto, quedaron variadas. El girasol cotizó en baja, mientras por la soja se ofreció el mismo valor que en la jornada previa, $ 1.230 la tonelada, aunque hubo rumores de que se llegó a mejorar hasta $ 1.250, lo que no tentó a los productores. Con esos precios, la Bolsa de Comercio rosarina no relevó negocios en el recinto.
Por la soja nueva, en tanto, las ofertas se movieron en torno a u$s 300 la tonelada, similar a los precios pagados el martes.
En tanto, a menos de un mes de que el trigo nuevo comience a ingresar en el mercado, las ofertas no superan los u$s 150 la tonelada. Ante esa situación, Federación Agraria (FAA) exhortó ayer a poner en marcha “políticas públicas diferenciadas”.
“No queremos que vuelva a haber una fuerte transferencia de los chacareros hacia los grandes exportadores y acopiadores”, planteó el secretario gremial de FAA, Omar Príncipe.