Las cinco últimas recesiones globales llegaron después de fuertes alzas en el precio del petróleo. Los inversores, operadores y analistas la semana pasada empezaron a preguntarse preocupados si es inminente una sexta recesión.
El impacto en los mercados fue palpable cuando el crudo Brent tocó los u$s 119,79 el barril el jueves, un incremento de 16% en la semana. Como los mercados de acciones y bonos se centraron ?hasta la semana pasada? en las perspectivas de inflación, algunos inversores ahora creen que podrían surgir los temores a una desaceleración económica.
?En el debate sobre la estanflación, los mercados incorporaban la ?flación? a los precios, pero aún no la parte del ?estan?. Todos los caminos conducen al mismo lugar: las amenazas al crecimiento económico?, señaló Neil Williams, economista jefe de Hermes, la administradora de fondos británica.
Una parte clave del debate será el tamaño final del salto que darán los precios del petróleo. Cuando la cotización del crudo se estabilizó el viernes en u$s 111,50, los inversores comenzaron a sonar más optimistas respecto del panorama para las acciones, diciendo que hacía tiempo que debería haber llegado la corrección pero que podría tener vida corta. El viernes alcanzó los u$s 112,66, aunque ayer cerró a u$s 111,80.
Vemos que el mercado está actuando debido a la incertidumbre, no como respuesta a un cambio en los fundamentals. Sin duda, hay algunas buenas oportunidades de compra en este momento?, señaló Jonathan Xiong, director de asignación de activos en Mellon Capital Management en San Francisco.
Por ahora, el ascenso de los precios del petróleo no es tan pronunciado como los registrados durante los últimos shocks de oferta. Durante la primera guerra del Golfo en 1990-91, los valores se dispararon un 150% en tres meses. En los setenta, cuando la oferta del oro negro se vio restringida por una serie de acontecimientos como la guerra arabe-israelí y la revolución iraní, los precios subieron más del 200% en cuestión de meses.
Los operadores sostienen que el jueves se produjo el crucial cambio en el que el mercado de petróleo pasó de moverse guiado por el optimismo en cuanto a la demanda a verse influenciado por las preocupaciones por la oferta.
?Si la OPEP ingresa al mercado más barriles, . . . creemos que los precios deberían estabilizarse por debajo de los actuales niveles y volver a la banda de precios entre u$s 90 y u$s 100?, comentó Ian Taylor, CEO de Vitol, la mayor casa de trading de petróleo.
Con el mismo ánimo, Torbjörn Tornqvist, presidente de Gunvor, el cuarto trader de crudo más grande, señaló: ?el precio del crudo superior a u$s 100 el barril no parece justificado, dados los actuales fundamentals?.
Sin embargo, todo cambia si el malestar social se extiende a otro gran productor de petróleo. Tornqvist agregó que, dada la situación en Medio Oriente, ?nadie sabe qué pasará con el precio del crudo?.
La mayoría coincide en que la volatilidad probablemente sea elevada, ya que la paralización de la oferta libia reduce el amortiguador del mercado contra otros shocks ?ya sea en la oferta o en la demanda.
La volatilidad del crudo, medida por un índice del CBOE, se disparó 38% desde comienzos de la semana pasada.