La fuerte incertidumbre que despierta el conflicto en Medio Oriente sigue impulsando el precio de las materias primas. Ayer, el petróleo WTI se ubicó muy cerca de los u$s 100 por barril. Como el petróleo, el oro se disparó a un récord de u$s 1.432 la onza, superando el máximo de u$s 1.430 alcanzado el 7 de diciembre mientras que la plata cerró a u$s 34,43 la onza, su precio más alto en tres décadas.
La soja también sumó 0,8% pero, según los especialistas, el impacto fue menor porque se espera una cosecha récord en la Argentina.
De hecho, las materias primas acaban de registrar su racha ganadora más larga desde 2004. Los metales, los productos agrícolas y los combustibles superaron a las acciones, los bonos y el dólar por tercer mes consecutivo, el lapso más largo desde junio de 2008.
El índice S&P GSCI Total Return de 24 productos primarios ganó 3,8% en febrero y se elevó por sexto mes consecutivo, el período más largo desde 2004, muestran los datos recogidos por Bloomberg.
Sin embargo, lo que hoy más preocupa es el petróleo. La fuerte escalada hizo que el Dow Jones retrocediera 1,5% mientras que el Merval también cayó 0,8%. El alza en el precio de la energía es un factor que lleva a los analistas a especular con mayores presiones inflacionarias en las economías.
Tanto es así que Ben Bernanke, el titular de la Reserva Federal, salió a advertir que hará todo lo que esté a su alcance para combatir la inflación en caso que el precio de la energía se mantenga en estos niveles (ver pág. 2).
Los inversores vieron en esta declaración una inminente advertencia a una suba de tasas de interés. Esto fue lo que terminó decantando un masivo éxodo de los mercados accionarios.
En Nueva York, los inversores adoptaron un comportamiento cauteloso ya que los sectores cíclicos experimentaron las mayores pérdidas, mientras que sectores defensivos como el de servicios públicos, cuidado de la salud y consumo masivo mostraron pérdidas limitadas.
Incluso esas noticias pesaron más en el ánimo de los inversores que el dato conocido poco después de la apertura del mercado del sector manufacturero de Estados Unidos, que creció en febrero a su ritmo más alto en casi siete años, según el Instituto de Gestión de Suministros (ISM, por su sigla en inglés).
?Los altos precios del petróleo son esencialmente muy perjudiciales para los consumidores, que componen dos tercios de la economía de Estados Unidos. Así que no hay modo de que (el Producto Interno Bruto) no vaya a sufrir por esto?, dijo Scott Armiger, gerente de cartera de Christiana Trust, que maneja u$s 6.800 millones en activos de clientes. también sobresalieron las pérdidas del sector financiero, que retrocedió en su conjunto 1,46%, y en el que Bank of America bajó 2,52% y JPMorgan Chase retrocedió el 2,33%.
Los fondos de cobertura, a su vez, elevaron las apuestas alcistas en relación con el petróleo a un nivel récord en momentos. Los fondos y otros grandes especuladores aumentaron un 30% las posiciones largas netas, o apuestas a incrementos de precios, en los siete días que finalizaron el 22 de febrero hasta el máximo nivel desde junio de 2006, según el informe semanal de Compromisos de los Operadores de la Comisión de Comercio en Futuros sobre Mercancía, CFTC por la sigla en inglés.
Para los inversores locales tampoco estuvo fácil la jornada. En el plano doméstico, el índice Merval cerró con una caída de 0,83% después de haber transitado gran parte de la jornada con caídas de mayor porte. En la city porteña señalan que hay que esperar a que se aplaquen los temores que ha despertado la escalada de precios de las materias primas para que las acciones empiecen a mostrar una mayor sintonía con lo que han sido los balances presentados en las últimas semanas. (ver pág tres).
Por ahora, no obstante, la preferencia está del lado de los refugios más tradicionales. No por nada el oro ganó 6% en febrero.