La intensa demanda mundial de proteínas vegetales sigue poniendo a la soja como la principal alternativa para los productores argentinos. El mercado confirmó aquel viejo adagio que reza que «los árboles no crecen hasta el cielo», con una apreciable corrección que muchos anticipaban y que finalmente llegó. El persistente crecimiento de la tasa de inflación en China y la posibilidad de que este país vuelva a aumentar sus tasas de interés con el objetivo de enfriar la economía fueron los principales elementos catalizadores de la corrección observada. Las cifras oficiales de este país dieron cuenta de una inflación en octubre del 4,4%, comparado con el 3,6% del mes de septiembre. Los fundamentos permanecen intactos, la demanda de China, India y del sudeste de Asia siguen sin cambios, pero no hay que soslayar la fuerte influencia que los elementos macroeconómicos tienen en el desarrollo de los mercados de materias primas en general y en el de granos en particular. La soja, en virtud de la fuerte demanda mundial de proteínas vegetales, sigue siendo una muy buena alternativa para los productores de nuestro país. Según los últimos datos del USDA, la cosecha de nuestro país ya no alcanza para abastecer la creciente demanda que genera China, algo que holgadamente se podía cumplir hasta la campaña anterior. En la campaña 2010/11 las necesidades de importación de esta nación alcanzarán los 57 millones de toneladas, siete millones más de lo que se anticipaba cuatro meses atrás. La cosecha de nuestro país, según el USDA, llegará a los 52 millones de toneladas. Podemos mencionar, abreviadamente, algunos elementos positivos para la marcha del mercado de soja, entre los que vale distinguir: 1. Reducidos stocks finales de los Estados Unidos. 2. Caída en la intención de siembra de esta oleaginosa en la próxima campaña norteamericana a expensas del crecimiento del maíz, trigo y algodón. 3. Ventas externas en niveles récord por parte de todos los países exportadores. 4. Demanda china en niveles récord. 5. Necesidad de cubrir el faltante productivo de la campaña 2010/11 de otras oleaginosas que sufrieron mermas a nivel global, como la colza y el girasol. 6. Posibilidad de que la corriente de La Niña provoque focos de sequía en nuestra región, fenómeno que podría afectar la producción en el núcleo sojero regional. 7. Migración de fondos a mercados más volátiles y de mayor riesgo como el de los granos, ante la expectativa de que el dólar permanecerá débil y las tasas de interés flojas. Entre los elementos bajistas, podemos consignar los siguientes: 1. La posibilidad de que el Gobierno de los Estados Unidos genere mecanismos para frenar el flujo de fondos especulativos hacia las plazas de commodities, algo ya debatido en el año 2008. 2. Incremento sostenido en las estimaciones oficiales y privadas en torno al escenario productivo sudamericano en la próxima campaña. 3. Magros márgenes de utilidad en productores de carnes como consecuencia del aumento de precios de la proteína vegetal. 4. Elevadas posiciones compradas de soja y sus subproductos por parte de fondos que operan en materias primas. 5. Las proyecciones sobre las existencias de aceite de palma, que se incrementan mes a mes. 6. La percepción que el mercado tiene en el sentido de que precios altos como los actuales no estimulan el crecimiento del consumo. Superada ya la recolección de los cultivos de verano en los Estados Unidos y observando el comportamiento que los productores tendrán a la luz de los buenos precios alcanzados en esta temporada, el mercado comienza a proyectar lo que acontecerá en la próxima campaña. La consultora Informa Economics reveló recientemente que en el ciclo 2011/12 los productores estadounidenses implantarán 37,7 millones de hectáreas con maíz y 30,7 millones de hectáreas con soja. Las cifras reveladas acusan un incremento en el cultivo de maíz en este país del 5,5% en relación con 2010 y una disminución en la superficie sojera del 2,4%. La superficie a dedicar con todas las variedades de trigo llegará a los 22,7 millones de hectáreas, un millón de hectáreas más que lo implantado el año anterior. Los mercados de materias primas mundiales disfrutan, aun con las correcciones operadas recientemente en varias plazas, de precios realmente extraordinarios. No solamente los granos, como la soja o el maíz, se apreciaron considerablemente, sino que a la lista se añaden los metales preciosos, los de uso industrial, y las fibras. Así, la soja experimenta en lo que va del año una mejora que ya se acerca al 30%, la plata al 60% y los metales de uso industrial, de acuerdo con el índice CRB, ya registran una mejora del 20%. El algodón, por su parte, duplicó su precio en 12 meses y registra los valores más elevados de los últimos 140 años, desde que se registran negocios en esta plaza. Tanto el mercado de la plata como el del azúcar alcanzaron recientemente las mejores cotizaciones de los últimos 30 años. Aun con esta coyuntura, analistas como Michael Lewis, jefe del departamento de research del Deutsche Bank, sostienen que commodities agrícolas como el maíz, la soja o el trigo siguen siendo baratos a pesar del fuerte rally alcista reciente. |