El barril de crudo parece tener el destino trazado para seguir marcando récords. Las protestas en Medio Oriente, que comenzaron en Túnez y Egipto y se extendían hasta ayer en Libia, intensificaron el nerviosismo y pusieron al commodity por encima de los u$s 100. Los inversores volvieron a buscar refugio en el oro, pero fueron más cautelosos en el mercado accionario, en donde se sintió el efecto de datos levemente consoladores sobre la actividad estadounidense. El Dow Jones terminó con una suba prácticamente insignificante, de 0,07%; y el Merval cerró casi estable (-0,01%).
?Las repercusiones iniciales del aumento en los precios del petróleo han desaparecido y nos estamos dando cuenta de que la economía mundial está bien, que nuestra economía está bien, que se están equilibrando la una a la otra?, comentó ayer a la agencia Reuters el director gerente de Rosenblatt Securities en Nueva York, Joseph Benanti. Los datos económicos fueron positivos. El Libro Beige de la Reserva Federal sugirió que la actividad económica sigue mejorando ?a un ritmo entre modesto y moderado? y que tomará impulso en el 2011. Además, una consultora estimó que el sector privado estadounidense incorporó 217.000 empleos netos en febrero.
Acompañando el contexto global de alta volatilidad, el oro siguió avanzando y tocó ayer un récord de u$s 1.440 la onza en la mitad de la sesión, para cerrar en los u$s 1.432. Fue porque, ayer, el líder Muammar Gaddafi lanzó una ofensiva por tierra y aire para recuperar territorios en el este de Libia, y la posibilidad de una prolongada guerra civil impulsó la demanda del lingote como cobertura contra la incertidumbre.
Con todo, los analistas explicaban ayer que, si bien los mercados no se sintieron demasiado afectados, el pobre volumen de negocios daba muestras de que el optimismo no tiene aún fundamentos muy sólidos. El volumen fue de apenas 7.690 millones de acciones en Nueva York, y se ubicó por debajo del promedio de los últimos días, de u$s 8.470 millones. El volumen aparece sólido, por ahora, en los días en que los mercados caen, pero más inconsistente en los días de alzas.
La recuperación fue generalizada y ocho de los diez sectores del S&P500 mostraron avances.
El euro siguió mostrándose como alternativa de refugio, ayer, al avanzar a máximos de casi cuatro meses frente al dólar y quedar cercano a los u$s 1,39. La moneda del bloque parece estar preparada para aumentar aún más las ganancias, dado que existe la presunción de que las tasas de interés de ese continente subirán antes que las de Estados Unidos. ?Las personas están empezando a mirar al euro como una contraparte del dólar en períodos de disturbios, simplemente porque ambos ofrecen la misma seguridad. Sin embargo, el euro está ofreciendo rendimientos más altos?, mencionó Salvaggio.
A nivel local, el Merval cerró estable, en una rueda con presión vendedora sobre los papeles de sector bancario y de servicios, porque la escalada del crudo alentó arbitrajes hacia las acciones de petroleras. El panel de las líderes cerró cun baja de 0,01%, en los 3.426,28 puntos.
Los bonos soberanos, en cambio, recuperaron terreno levemente. Y se notaron subas sugestivas en los de mayor duración, que están nominados en pesos: el Bogar 18 avanzó 2,33%; el Par, 1,59% y el Descuento, 2,17%. Entre los que son en dólares, el Bonar VI ganó un 1,13%; el Par, un 1,45% y el Descuento, un 1,9%.