La petrolera estatal finlandesa Neste Oil inauguró ayer la mayor planta de biodiesel a nivel mundial, que instaló en Singapur y por la cual desembolsó u$s 767 millones, según informó la agencia Télam sobre información de DPA.
La capacidad de producción anual de la fábrica será de 800.000 toneladas de biodiesel, un volumen que representa el 42% de las 1,9 millones de toneladas totales producidas por la Argentina en 2010, aunque el país tiene una capacidad que supera las tres millones de toneladas.
Neste Oil, que en 2010 facturó más de 3.000 millones de Euros (u$s 4.170 millones) tiene dos plantas refinadoras de petróleo en Finlandia y es la mayor distribuidora de combustible del país. Además, cuenta con estaciones de servicio en Polonia, Estonia, Letonia, Lituania y San Petersburgo (Rusia).
Una de las apuestas de la compañía es la energía renovable. Además de la planta de Singapur, se encuentra construyendo otra con la misma capacidad de producción en Rotterdam (Países Bajos), aunque con una inversión que supera los u$s 930 millones y que estará operativa, en principio, a mitad de año.
A diferencia de la empresas que operan en la Argentina, como Cargill, Vicentín, Molinos Río de la Plata y Unitec, entre otras, que elaboran biodiesel de soja, Neste Oil lo producirá sobre la base de algas. Desde la compañía explicaron que la producción de algas provendrá de Malasia e Indonesia, mientras que el producto final será exportado a Europa, Canadá y los EE.UU. porque ?Asia no va a ser un mercado para nosotros en los próximos cinco años? según explicó a DPA el CEO de Neste Oil Corp, Matti Lievonen.
El NextBTL, nombre con que lo comercializará Neste Oil, es un biocombustible de segunda generación porque, a diferencia del argentino, no proviene de alimentos, una de las grandes críticas que se les hacen a las energías verdes en un mundo donde comer es cada vez más caro y la desnutrición está lejos de ser un problema resuelto.
Pese a esto, el producto no escapa de las críticas de los ambientalistas que aseguran que esta industria fomenta la deforestación y amenaza a especies como orangutanes y rinocerontes. Por su parte, Neste Oil insiste en que que las algas son sustentables porque crecen en zonas marginales y en agua de mar.