La semana pasada las acciones que más subieron en la Bolsa fueron las de Molinos y Ledesma, que elaboran biocombustibles. Tuvieron variaciones de entre el 7 y el 10 %.
Y obedece a las chances que vuelven a tener los biocombustibles, tras el drama que vive Japón y que pone en un paréntesis a la energía nuclear.
De acuerdo con el Ieral, de la Fundación Mediterránea, la tragedia que vive Japón trae el riesgo de un enfriamiento de la economía global que, junto con el fortalecimiento del dólar, han provocado una importante caída de los precios de las materias primas que exporta la Argentina.
“Sin embargo, hay también efectos que van en la dirección contraria. Se abre un escenario muy positivo para los biocombustibles, ante el aplazamiento de proyectos de construcción de nuevas centrales nucleares en distintos países. Esta posibilidad no es indiferente para la Argentina, que es uno de los líderes en el mercado mundial de los biocombustibles”, sostiene el Ieral.
Antes de la tragedia de Japón, el Departamento de Energía de Estados Unidos proyectaba un aumento acumulativo anual de 4,6% de la producción mundial de biocombustibles. En distintos escenarios, en el que la energía nuclear pasa a ser menos dinámica, esas proyecciones representan hoy un piso. “La producción de biocombustibles podría crecer entre 5 a 7% promedio anual”, señalaron.