Tal como se temía, los ataques dispuestos por la ONU el fin de semana sobre el territorio libio dispararon ayer el precio del petróleo. En Estados Unidos, el valor del barril cerró la rueda con un alza de 1,25% para situarse en los u$s 102,33 en la Bolsa Mercantil de Nueva York.
En la jornada se registraron operaciones entre u$s 101,66 y u$s 103,35 por barril. Estos valores se acercan al máximo histórico del año de u$s 105, alcanzado hace apenas unos días, pero distan bastante del récord de u$s 145 registrado en julio de 2008. Entretanto, en el Viejo Continente, la cotización del crudo Brent, referencia para Europa, trepó por encima de los u$s 115, tocando máximos de u$s 116,19 por barril durante la jornada.
El encarecimiento del crudo está estrictamente ligado con los acontecimientos en Libia. En rigor, desde que se desató el conflicto hace un mes, el petróleo pegó un salto de u$s 18 o 21%, desde un piso de u$s 84 el barril. La producción de ese país, la mayor economía petrolera del continente africano, ha disminuido en dos tercios hasta menos de 400.000 barriles al día y podría detenerse en breve, según el presidente de la petrolera estatal y la Agencia Internacional de la Energía.
Bajo el contexto actual, el suministro de crudo tiene pocas chances de aliviar su escalada en el corto plazo, según aseguran diversos analistas. Sobre todo, por el hecho de que Libia no es el único país del mundo árabe que atraviesa inestabilidades. La proliferación de los disturbios en todo Medio Oriente aumentaron los temores la producción en toda la región. En Bahréin, por ejemplo, el Gobierno ha declarado el estado de emergencia durante los próximos tres meses y tropas de Arabia Saudí y otros Estados del Golfo han mandado tropas para apoyar al Gobierno.
Toda la situación afecta directamente a la producción y suministro de petróleo a nivel internacional. Más de tres cuartas partes de las reservas mundiales probadas de crudo están en manos de los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La mayor parte de esas reservas se encuentran en los países de Oriente Medio y África, es decir, el 70% del total ?en concreto representan unos 876.506 millones de barriles?.
Por su parte, Libia, tiene una reserva de petróleo estimada en 46.000 millones de barriles, lo cual la convierte en la mayor economía economía petrolera en el continente africano, seguida por Nigeria y Argelia. Dichas reservas representan alrededor del 3,4 % de las reservas mundiales probadas según datos de la OPEP, del cual Libia es miembro. También es considerada como una región petrolera altamente atractiva, debido a que mantiene un bajo costo de producción, que algunos expertos calculan de un dólar por barril en algunos campos. Otro de atractivos económicos es su proximidad a los países europeos, los cuales eran sus principales clientes. Entre las compañías petroleras extranjeras que operaban en esta nación africana, antes del conflicto figuran, la francesa Total, la italiana ENI, la China National Petroleum, British Petroleum de Inglaterra, el consorcio petrolero español Repsol, así como las estadounidenses ExxonMobil, Chevron, Occidental Petroleum (OXY), Hess y Conoco Phillips.
Las proyecciones de los expertos no son las más alentadoras. ?Como se torna más clara la naturaleza de la participación militar externa, hay una nueva escalada de la situación, y el daño a la infraestructura podría ser mayor, manteniendo a Libia fuera del mercado del crudo por más tiempo?, dijo una analista de Barclays.