La presión a la baja inicial provino principalmente de la venta de posiciones por parte de los inversores, así mismo la noticia de que China no adquirió la semana pasada un volumen abultado de maíz norteamericano también adhirió presión a la baja. Los analistas se encuentran expectantes a las definiciones de siembra que el USDA presentará el próximo 31 de marzo, en general se espera un recorte del área destina a los distintos productos lo que ubicaría en una situación aún más ajusta la relación entre oferta y demanda. Algunas lluvias recibidas en la región productora de trigo norteamericano trajeron alivio solo temporario dado que según los especialistas se requieren mayores precipitaciones para observar mejoras en el cultivo. La soja por su parte recibió sostén ante las demoras que comenzaron a observarse en la cosecha de Brasil, algunas consultoras ya ajustaron a la baja la producción final esperada del país sudamericano.
Pasando al plano local, la presión del comienzo de la cosecha gruesa comienza a sentirse en el mercado. No hubo interesados por el trigo dado que en los últimos días no se conocieron autorizaciones para exportar el cereal. La exportación se muestra activa y a la búsqueda de nuevas autorizaciones de exportación para maíz. La exportación pagó U$S 185 por la entrega mayo/junio, se conocieron negocios pero no se registró el volumen operado. La soja recibió un nuevo ajuste a la baja como motivo de la cercana cosecha, las fábricas pagaron $1290 por la entrega inmediata y los negocios registrados fueron escasos. Por la soja nueva la exportación pagó U$S 320, pero no se relevaron operaciones al respecto.
Por ahora esto es todo, que pasen un buen fin de semana largo.
Saludos, Mariana García.