La gigantesca zona sembrada con trigo, maíz y soja en Estados Unidos en la primavera boreal podría ser un primer paso para contener la alta inflación por alimentos. Luego de que sequías y torrenciales lluvias devastaron en 2010 las cosechas de varios países, desde Rusia hasta Australia, las miradas están puestas en el reporte de siembra que emitirá el jueves Estados Unidos en busca de un vistazo al panorama del mayor exportador global de granos. Los analistas esperan que los agricultores anoten la segunda mayor siembra de maíz desde la Segunda Guerra Mundial y la tercera de soja más grande de la historia. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos pronosticó en su informe de febrero que los agricultores sembrarían 10 millones de acres (4,05 millones de hectáreas) más este año. El salto en los precios ha sido un incentivo clave para los agricultores. Los futuros de algodón treparon a máximos históricos este año y los granos se encuentran en torno a su mayor precio desde la crisis alimentaria de 2008. La demanda por maíz para producir etanol creció a máximos históricos, la rentabilidad del sector ganadero se disparó, mientras que la demanda de soja de China continúa insaciable y se cree que Pekín reanudó las importaciones de maíz estadounidense. «Podría ser el primer paso para curar los precios récord de los alimentos», dijo Darrel Good, economista agrícola. |