Los productores argentinos de soja no lograron aprovechar del todo, como lo hicieron sus colegas brasileños, el boom de precios de las materias primas, que hasta hace 10 días parecía imparable.
En la previa a que los valores internacionales de la soja se desplomaran 5% en una semana, y cerraran la primera quincena de noviembre en u$s 441 la tonelada en Chicago, los agricultores locales lograron vender 13,9% de la campaña nueva –la que estará disponible a partir de mayo próximo–, contra el 31% que ya comprometieron para el mismo ciclo los sojeros de Brasil.
Así se desprende del último informe semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en la que se indicó además que los problemas climáticos, efecto “La Niña” (sequía), comenzaban a complicar las tareas de siembra en las principales regiones productivas de la Argentina. Según el informe de seguimiento de cultivos (GEA), la siembra se paralizó casi totalmente luego de que se llevara implantada el 40% del área total estimada, en 18,7 millones de hectáreas, como consecuencia de la falta de lluvias y humedad necesarias en los campos. No obstante, las precipitaciones registradas este fin de semana en buena parte del área productiva podría acelerar los trabajos.
Una situación similar había atravesado el área productiva brasileña del Mato Grosso, cuyas condiciones secas contribuyeron en buena medida al raid alcista que la soja experimentó entre principios de octubre y el 10 de noviembre pasados, cuando ganó 50 dólares. Esa misma cantidad fue la que perdió la soja en las últimas seis ruedas, como consecuencia de posiciones sobrecompradas y el temor a que China reduzca su demanda por la oleaginosa en la medida en que establezca férreos controles para intentar bajar sus altos niveles de inflación. En Brasil, ya se lleva sembrado más del 60% del total del área prevista, y se estima que la producción total rondará los 69 millones de toneladas de poroto.
En ese marco, al viernes 12 –cuando comenzó la caída de los commodities– los productores brasileños ya habían vendido el 31% de la producción que se espera obtener, muy por encima de lo que habían comercializado a esta altura del año pasado (cuando vendieron 19%) y del 24% promedio de los últimos cinco años. El notable incremento en las ventas adelantadas estuvo relacionado con el rally de los precios globales.
Mientras, hasta el miércoles 10, los productores locales habían vendido 7,2 millones de toneladas de la futura campaña. Si se estima que la producción final será de 52 millones, lo comprometido representa 13,9% del total.
La cifra, aunque lejana a lo conseguido por los principales socios del Mercosur, está en línea con las compras adelantadas que la exportación y la industria vienen haciendo en el mercado local en los últimos cinco años (en torno al 13,6% hasta el 10 de noviembre de cada año). No obstante, está levemente por debajo de las ventas adelantadas hechas para la misma época del año pasado, cuando llegaban a 8 millones de toneladas, o 14,6% de las casi 55 millones de toneladas producidas.
En cuanto a la soja disponible, y habida cuenta de los problemas climáticos que se esperan para los próximos meses, los analistas estiman que más allá de la baja de precios internacional, a nivel local las ofertas pueden seguir en torno a $ 1.300 o incluso superar esa barrera. Es que del ciclo anterior ya se vendió el 90% de las 55 millones de toneladas, con lo que restan menos de 5,5 millones que se disputarán hasta marzo/abril la exportación y la industria para hacer frente a sus compromisos.