Se vivió un día de pánico. Amplificando lo que sucedió el día anterior, ayer las materias primas derraparon a toda velocidad y tuvieron su peor jornada desde 2009.
El petróleo fue el que peor la pasó al caer 8,6% (su mayor baja en dos años) y cerrar en u$s 99,80 el barril. La plata se hundió también 8%, extendiendo su mayor caída desde 1983 y el oro perdió 2,73% hasta los u$s 1.474 la onza troy. ?Es pánico. Tenés estas operaciones pobladas de vendedores. Están en posición de liquidar todo. No tiene nada que ver con la debilidad en EE.UU.. No es una crisis global de los mercados. Es sólo una clásica liquidación?, explicó Michael Shaoul, chairman de Marketfield Asset Management en Nueva York.
La repercusión en las bolsas no tardó. Europa y Wall Street cayeron más de 1% y anotaron su peor racha de tres días desde marzo. Los inversores vendían sus contratos de futuros en commodities, algo que arrastró al mercado accionario.
Lo concreto es que todo se alineó para que las dudas se instalaran en la mente de los inversores: las solicitudes de seguros de desempleo en EE.UU. se dispararon hasta los 474.000, muy por encima de los 410.000 previstos y alcanzaron el máximo de los últimos ocho meses.
?Los temores sobre la economía, que realmente paralizan al mercado, fueron reforzados por una disparada de las solicitudes semanales de beneficios por desempleo?, constató John Kilduff, de Again Capital. El dato de ayer se suma a otro desfavorable que había dejado el día anterior, el ADP privado.
Ahora se espera con mayor preocupación lo que suceda hoy ya que se presentan los números de creación de puestos de trabajo que deberían alcanzar los 185.000 para no sumar más dudas al ?estancado? mercado laboral de EE.UU.. Si el dato vuelve a decepcionar, será otra jornada negra para las materias primas y las bolsas.
La barrida de precios que vivieron los commodities se produce después de haber acumulado ganancias de 23% este año hasta abril, liderados por la plata, el petróleo, el café y el algodón, entre otros.
En este contexto, el dólar se disparó y gana terreno contra las 16 monedas más negociadas en el mundo.
Curiosamente, en medio del descalabro en el mercado de materias de primas, se conoció la posición de los bancos en ese mercado. Las entidades de Wall Street tomaron más riesgo en el sector de materias primas en el primer trimestre, con Goldman Sachs a la cabeza; mientras que los bancos europeos fueron más reacios a tomar posiciones en esos activos. El dato no es menor ya que los commodities vivieron (aún viven) una burbuja especulativa alimentada por los grandes fondos. Cuando salen despavoridos, como ayer, las caídas son tan espectaculares como lo fueron las ganancias.
En la plaza local, como era de prever, los activos siguieron la tendencia global. El derrumbe del precio de los commodities y del petróleo en particular (por las acciones como Tenaris y Petrobras) complicaron más el escenario y el índice Merval retrocedió 1,38%. Entre las acciones que más bajaron se ubicaron Pampa (-2,68%), Tenaris (-2,23%) y Galicia (-2%), mientras que solamente Telecom logró finalizar en alza (+1,25%). El volumen volvió a mostrar un avance frente al promedio de los últimos días y alcanzó los $ 63,74 millones.
?Los operadores han cambiado los ruidos corporativos domésticos por la debilidad externa a raíz de la mayor correlación que han vuelto a ganar los activos locales respecto a Wall Street. Esto lleva a los inversores a no tener más remedio que importar el proceso de corrección del norte, aunque éste se desarrollaría dentro de una tendencia de fondo todavía alcista?, consideró Gustavo Ber, analista de Estudio Ber.
En el mercado de bonos, la sangría se observó tanto para los de pesos como dólares. Las bajas fueron lideradas por PRO13 (-2,30%), el Par (-1,50%) y el Discount (-1,86%). En los emitidos en moneda dura hubo mermas del 1% pero los cupones ley argentina perdieron casi 3%. La caída de la soja, del 2,20%, podría presionar a los títulos públicos por su correlación con la capacidad de pago del país. Para Hernán Labrone, analista de Fénix Compañía Financiera, ?la aversión al riesgo fue la moneda constante de los inversores globales, los cuales se refugiaron en los bonos del tesoro de Estados Unidos. Esto a su vez condujo a una suba del riesgo país argentino con la baja generalizada de los títulos?. El indicador que realiza JPMorgan trepó 1,1% hasta los 570 puntos básicos. Es impensado que los activos locales puedan divorciarse del escenario internacional; más aún cuando las noticias que surgen del Gobierno no son precisamente guiños a los inversores.