Los futuros del trigo se derrumbaron ayer en Chicago, con caídas de casi 5% para las posiciones más cercanas. Como consecuencia del anuncio ruso de que a partir del 1º de julio reabrirá sus exportaciones del cereal (cerradas un año atrás ante la falta de producto por la sequía), los negocios con trigo en el principal mercado de commodities agropecuarios fueron bajistas e instalaron al trigo en u$ 287 la tonelada. Si bien el anuncio del gobierno de Vladimir Putin fue realizado el fin de semana, Chicago recién comenzó la semana ayer, dado que el lunes fue feriado en Estados Unidos.

El retorno de Rusia al mercado mundial triguero llenó Chicago de especulaciones en cuanto a que el cereal estadounidense perderá interesados. Por eso se dispararon ordenes de venta, que contagiaron al maíz y a la soja, a pesar de que la jornada en los mercados financieros fue positiva.

A la vuelta del trigo ruso al mundo, decidida luego de estimar que este año cosechará entre 85 y 90 millones de toneladas, contra los 61 millones del ciclo previo, podría sumarse el retorno de Ucrania. Si se cumple esa previsión, mejorará en parte la caída de stocks prevista por los problemas climáticos en Estados Unidos, Canadá y en países europeos como Francia, donde se espera una caída del rinde de 15% promedio.

Las bajas en el mercado externo no contagiaron al trigo local, que sigue teniendo problemas de comercialización y con el último cupo permitido de 200.000 toneladas.

En Chicago, el resto de los commodities cerraron en baja. El maíz cerró a u$s 294 la tonelada, 1,34% menos que el cierre del viernes. El temor de los inversores es que se frene la demanda del cereal estadounidense dado que Rusia puede vender trigo de baja calidad a países asiáticos que hasta el momento se abastecían de maíz en EE.UU. para alimentar a sus animales.

La soja no quedó exenta de las retracciones en Chicago, aunque la baja fue ínfima: 0,2%, para terminar en u$s 505 la tonelada.