En lo que va del presente mes de junio el gobierno nacional liberó 928.443 toneladas de maíz 2010/11. Los mayores cupos se asignaron a Cargill con 400.000 toneladas, Bunge con 165.100 toneladas, Noble con 119.400 toneladas, Toepfer con 75.178 toneladas, AFA con 33.600 toneladas, Oleaginosa Moreno (Glencore) con 30.506 toneladas y Molinos con 23.000 toneladas.
Esto implica que apenas tres compañías –Cargill a la cabeza seguida por Bunge y Noble– concentran el 73% de las autorizaciones de maíz concedidas en la primera quincena de junio.
En lo que va de junio también recibieron cupos de maíz Productos Sudamericanos (18.000 toneladas); Alea y Cía (12.000 toneladas); Los Grobo (10.000 toneladas); Curcija (9805 toneladas); Export Grain (7500 toneladas); Gear (6350 toneladas); Federal Agropecuria y H.J. Navas y Cía (4000 toneladas cada uno); Adeco Agropecuaria y Quebrachito Granos (2000 toneladas cada uno), entre otros.
Las nuevas autorizaciones de exportaciones no generaron aún ningún impacto en el mercado formal de maíz disponible, dado que la exportación sigue retirada de dicha plaza.
Los traders sólo están realizando ofertas abiertas por maíz 2011/12 a valores del orden de 180 u$s/tonelada en el Up River y de 175 u$s/tonelada en las terminales del sur bonaerense. El FAS teórico de maíz establecido por el Ministerio de Agricultura (Minagri) es actualmente de 943 $/tonelada (230 u$s/tonelada).
La normativa vigente (resolución 543/08 de la ex Oncca y modificatorias) determina que, para poder registrar ventas externas de maíz, los traders deben pagar a los productores el precio FAS teórico oficial publicado por el Ministerio de Agricultura cuando adquieran mercadería en el disponible. Pero en el caso de las compras a futuro (forwards) la normativa indica que los exportadores deberán adquirir maíz al precio “que surja del instrumento registrado ante la Afip”.
De esta manera, una operación de maíz disponible que no haya sido pagada al precio FAS teórico oficial está al margen de la legislación vigente. No sucede lo mismo con el precio pactado en una operación forward, dado que la normativa no es clara al respecto. Para evitar incumplir la normativa vigente, los exportadores suelen realizar ofertas de manera directa con entregas diferidas cortas (“cuasi-disponible”) a valores bastante inferiores a los del FAS teórico oficial. Es decir: calzan operaciones disponibles “camufladas” de contratos forwards.