La Justicia federal de Villa María rechazó el pedido de la multinacional Bunge para ser reincorporado al Registro Fiscal de Operadores de Granos, del que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) lo expulsó a principios de mayo por la presunta evasión fiscal de $ 16 millones.
El fallo, con fecha del jueves 16 pero conocido ayer, es el segundo de primera instancia que deniega el recurso de amparo presentado por la cerealera. Esta vez, la sentencia en favor de la AFIP fue del conjuez de Villa María Edgard Bernaus. El magistrado considero que era improcedente el pedido de Bunge, dado que si se aceptaba el amparo, el resultado sería semejante al que Bunge obtendría por un fallo definitivo. Y expuso que las medidas cautelares, justamente, son hasta que se resuelvan cuestiones de fondo.
En ningún caso las medidas cautelares podrán tener idéntico objeto que el perseguido respecto de lo que deba ser materia del fallo final, señaló Bernaus en su fallo.
Se espera que el reclamo de Bunge siga la vía judicial hasta obtener sentencia definitiva.
El fallo conocido ayer se produjo luego de que hace un mes la Cámara Federal de Córdoba revocara todo lo actuado por el juez de primera instancia de Villa María Mario Garzón.
Ese magistrado había desestimado en abril la acción de amparo presentada por Bunge al momento de ser suspendida del registro que maneja la AFIP. Con posterioridad a la presentación judicial, el organismo que dirige Ricardo Echegaray expulsó a la cerealera del registro de operadores de granos. Eso sucedió el pasado 6 de mayo, como informó El Cronista en su oportunidad.
Al no hacer lugar al pedido de Bunge, Garzón había considerado que la AFIP había actuado como lo estipula la Resolución 2300 para suspender a la cerealera del registro.
La suspensión o expulsión de esa nómina no perjudica a la empresa en términos operativos, ya que puede seguir comerciando y exportando, pero sí le implica la pérdida de beneficios fiscales (tasas de Ganancias e IVA diferencial).
Al accionar ante la Justicia, la empresa había alegado que solo compró a firmas inscriptas en el registro de operadores y aprobadas por la AFIP.
En su fallo, Garzón además dijo que Bunge había tenido tiempo suficiente para ejercer su defensa ante el ente recaudador.
Cuando la AFIP suspende a una firma del registro de operadores de granos, se abre un plazo de 60 días en los que la empresa puede hacer su descargo y demostrar que la penalización era incorrecta.
Pero la empresa prefirió focalizar su defensa en la vía judicial, que de momento no le ha dado los resultados esperados.
Bunge fue la primera, y por ahora la única, gran agroexportadora expulsada del registro de operadores de granos. La firma es la segunda mayor exportadora de cereales, oleaginosas y derivados del país, detrás de Cargill.
A principios de año, el ente que dirige Echegaray