Las cotizaciones mundiales de los granos se desplomaron ayer hasta 7%, para el maíz, ante el informe trimestral del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) sobre existencias y siembras, que estuvo muy por encima de lo que esperaban los operadores.
Esta vez el alivio en las plazas financieras por el plan de ajuste aprobado en Grecia no pudo contagiar las alzas a los commodities agrícolas, que se movieron por los denominados fundamentals: los datos propios de oferta y demanda global de granos y oleaginosas.
El maíz encabezó las caídas de una jornada negra, al operar a límites de baja, resignar 7% y terminar el último día de junio en u$s 255 la tonelada para el contrato septiembre. La fuerte retracción es la mayor que los futuros del cereal registraron en una rueda desde mediados de noviembre último.
La tendencia declinante se profundizaba en la rueda continua, donde el maíz perdía otro 6,5%, con lo que se ubicaba en u$s 238 la tonelada, el nivel más bajo del año.
El trigo también operó con límites de baja en Chicago, y terminó con una retracción de 4,5%, hasta u$s 225 la tonelada. La caída también se mantenía en la rueda electrónica, aunque en este caso de 1,7%. La retracción, que para el trigo fue la mayor diaria desde enero de 2009, ubica al trigo en los menores valores del último año.
En tanto, la soja resignó 2,65%, hasta u$s 477 la tonelada, con lo que el contrato más activo cerró en el menor valor de 3 meses y medio. Si se considera el volátil comportamiento de los commodities agrarios durante junio, que estuvo plagado de liquidación de posiciones por parte de los fondos especulativos y una escasa demanda sobre todo desde China, la soja perdió 6% de su valor en Chicago, mientras que el maíz vale 13% menos que hace exactamente un mes y el trigo se desplomó 21%.
La retracción en los granos pone en alerta a la Argentina, en momentos en que resulta fundamental sostener el superávit comercial que permita el ingreso de dólares frescos.
En ese marco, si se tiene en cuenta la baja mensual que la soja experimentó en Chicago y con números globales, la campaña argentina de la oleaginosa ?que se estima estará en 52 millones de toneladas? se devaluó casi u$s 1.500 millones desde el 1º de junio.
Ayer, el contagio externo hizo que la soja disponible en Rosario perdiera 2,5%, hasta $ 1.240 la tonelada.
Informe lapidario
La debacle que se vivió en la principal plaza granaria mundial tuvo su razón en el informe del Usda, que tomó por sorpresa a analistas y operadores, porque no esperaban las cifras finalmente difundidas.
El organismo, que hace apenas un mes había hecho un fuerte recorte en estimaciones de maíz ?y que llevó al cereal a su mayor valor en el año, al superar u$s 310 la tonelada, el 5 de junio último?, reveló que las reservas maiceras están 8,8 millones de toneladas por encima de sus propias anteriores estimaciones. En cuanto al área sembrada, el Usda planteó que estará en 37,4 millones de hectáreas, 5% por encima del ciclo previo.
Esos datos implican que, entre mayores stocks y mayor área sembrada ?sujeta a condiciones climáticas que pueden afectar los rindes?, el organismo estadounidense espera contar con 14,8 millones de toneladas más de las que preveía hace 15 días.
La estimación del Usda para el trigo también fue 2,6% mayor a la esperada con anterioridad, mientras el stock se ubicó 4,6% por encima de lo previsto. A eso se suma, el retorno de Rusia a los mercados globales del cereal.
En el caso de la soja, la baja de ayer fue más por contagio de los otros granos que por el informe del Usda. Es más, el área estimada para la oleaginosa está 1,8% por debajo de lo esperado. Eso, aunque el stock está 4,6% por encima de estimado, hizo que el poroto fuera el único que en la rueda nocturna de Chicago marcaba signo positivo, aunque leve.