Siempre estuvieron en el centro de las críticas a nivel global. Pero en la Argentina de los últimos años, incluso, llegaron a recibir un maltrato especial.
Las calificadoras de riesgo que en los últimos días volvieron a escena en todo el mundo, al rebajar su nota sobre Grecia y advertir a Estados Unidos por sus elevados niveles de deuda, volvieron a ser recordadas estos días por el Gobierno: los funcionarios oficiales se incomodan con el contraste que hoy existe entre el castigo de las agencias a la Argentina y la extrema benevolencia que aún muestran con las vapuleadas economías europeas.
El mapa de las calificaciones soberanas les da algunos buenos argumentos: tanto España e Italia, como Portugal e Irlanda, que en los últimos meses llegaron a derrumbar mercados por las dudas que generaron sus elevados niveles de deuda, son economías aún consideradas investment grade por las tres principales calificadoras de riesgo, Standard & Poor?s, Moody?s y Fitch Ratings. Y eso a pesar de que, actualmente, sus niveles de deuda sobre el Producto Bruto Interno son claramente más elevados. Ese ratio es del 112% en Irlanda, del 101,07% en Portugal y del 157% en Grecia, pero en la Argentina es de apenas el 42%.
?Sucede que el nivel de deuda es un indicador, pero no el único. La capacidad de financiarse, por ejemplo, es más importante. Y en ese sentido, los países latinoamericanos son más pobres en relación con Europa. Esto es una señal de la capacidad de reacción que tiene una economía. Frente a una situación como la europea, cualquier país latinoamericano ya hubiera entrado en default?, explicó en diálogo con este diario el analista soberano de Moody?s, Gabriel Torres. En su agencia sostienen que la Argentina podría mejorar significativamente su calificación si lleva con éxito las negociaciones con el Club de París y, más adelante, logra una mayor transparencia sobre las estadísticas del Indec.
?Argentina hoy es más propensa a caer en default que España, aunque muestre un crecimiento superior a ella, porque en sus políticas públicas es más volátil. El tema de la inflación, por ejemplo, repercute sobre la deuda que tiene indexada por este índice. Y sobre éste, hoy, sigue reportando hoy un índice menor al verdadero. Esto, si bien no es un default desde el punto de vista puramente técnico, repercute?, agregó Torres.
Las calificadoras señalan que las diferencias entre las notas europeas y latinoamericanas se están estrechando. Aún así, en esta región donde ya hay seis economías investment grade (Brasil, Panamá, Perú, Colombia y Chile), la Argentina todavía mantiene la nota más baja. Ayer, incluso, quedó un poco más lejos, cuando Fitch Ratings decidió elevarle la nota a Uruguay, de BB a BB+. El país vecino quedó sólo un punto del grado de inversión. (ver apoyo)
Pero desde el gobierno no coinciden con las calificadoras. El presidente de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanoli, insistió ayer en que ?son opiniones que además están sesgadas como lo demuestra el hecho de que países como la Argentina no tenga la calificación que merece?, dijo. ?Un país que ha reducido sustancialmente en los últimos seis años su nivel de endeudamiento tiene una calificación B+, muy por debajo de países desarrollados que en cambio poseen deudas del 100% del producto?, afirmó.