Tras el revés en las urnas santafesinas, con el campo castigando al oficialismo por la pelea que mantienen desde 2008, el Gobierno tuvo ayer nuevos gestos hacia el sector agropecuario, en un intento por aplacar lo que aparece como un renovado protagonismo de los ruralistas.
En ese contexto, el Gobierno salió a anunciar la apertura de un cupo extra de 450.000 toneladas de trigo para exportar, tras las quejas de los dirigentes rurales y un día después de que el propio gobernador bonaerense, Daniel Scioli, pidiera que se autorizaran ventas externas para calmar el malhumor de los productores del sur provincial. Además, la presidenta Cristina Fernández recibió anoche a autoridades de Agricultores Federados Argentinos (AFA), la cooperativa ligada a la Federación Agraria (FAA) de Eduardo Buzzi (ver aparte), quienes presentaron proyectos de inversión y manifestaron sus reclamos por los problemas que acarrea el actual esquema de comercialización de cereales, con cupos para la exportaciones que obligan a una mayor utilización del acopio.
Ambos gestos se dieron en momentos en que se suspendió la presentación del Plan Estratégico Agropecuario (PEA), con el que la jefa de Estado busca mostrar capacidad de planificación al largo plazo para un sector que en las últimas horas volvió a posicionarse como el principal contrincante del kirchnerismo.
Se informó que el lanzamiento del PEA se dará tras las primarias del 14 de agosto. Y se adujeron razones de agenda presidencial y de respeto a la veda electoral. Luego se supo que el plan tendrá su presentación en sociedad el próximo 1º de septiembre.
Aunque los voceros oficiales desestimaron cualquier segunda lectura en la suspensión del acto, las versiones estuvieron a la orden del día. Las más fuertes daban cuenta de que el resultado adverso en Santa Fe y el renovado protagonismo rural por los votos contra los K y el fuerte discurso del presidente de Sociedad Rural (SRA), Hugo Biolcati, en Palermo llevaron a Cristina a posponer todo para después de las primarias, a fin de contar con un ?as en la manga? en caso de que las urnas se le presenten adversas.
Si no hubiera habido temporal, o el acto en lugar de una carpa se hacía en el Luna Park, el PEA se lanzaba el lunes, a pesar de Santa Fe, o de Biolcati, afirmaron a El Cronista desde el entorno del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, para rechazar cualquier otra lectura. Y destacaron que institucionalmente, el desarrollo del programa sigue en marcha, con nuevas ponencias y seminarios para las próximas semanas.
En tanto, la nueva apertura para el trigo, anunciada por los ministros de Economía, Amado Boudou, y de Agricultura, desde
el Palacio de Hacienda, llega cuando los productores denuncian que no encuentran comprador para su cereal, o sufren descuentos de hasta u$s 60 la tonelada, ante la intervención oficial.
Desde el Gobierno, afirman que con la autorización de ayer el cupo exportable ascendió a 7,85 millones de toneladas para la presente campaña, muy cerca del total permitido para vender al mundo sin complicar el abastecimiento interno. Las 450.000 toneladas se dividirían en partes iguales para productores de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe.
En los despachos oficiales afirman que de las 14,7 millones de toneladas de cosecha 2010/11 estimada, los productores declararon hasta ahora 12,9 millones y en la medida de declaren más, se podrá autorizar un cupo similar para vender al mundo.
Tras el anuncio, Scioli salió a agradecer a Cristina en nombre de los productores bonaerenses esta medida, oportuna y necesaria para paliar la situación de los hombres y mujeres del campo de regiones como el sudoeste que no tienen alternativas de cultivo.
Por su parte, desde las entidades rurales se relativizó el anuncio. Biolcati espetó: No cambian nada, no mueven el amperímetro del sector. El legislador bonaerense Jorge Srodek, por su parte, tildó de oportunista el pedido de Scioli y la concesión nacional. Si con esto creen que pueden reconciliarse con el campo, están equivocados, consideró el ex dirigente de Carbap.