Las plantas argentinas de biodiesel habrán producido en conjunto poco más de 2 millones de toneladas del combustible derivado de la soja cuando termine el año, volumen que duplica la producción de 2009.
La primera causa del incremento está en la enorme diferencia de volumen de soja cosechada este año. Contra las 32 millones de toneladas de 2009, entre abril y mayo de 2010 ya ingresaron 52,6 millones de toneladas del cultivo, que abastecieron con creces a las plantas de las principales ‘traders’, jugadoras líderes del mercado de biodiesel en el país.
“En los primeros tres meses del año pasado, la producción estuvo muy comprometida”, explicó Fernando Pelaez, CEO de Unitec Bio, del grupo Eurnekian. Es que, tras una de las peores sequías de la historia, y ante la perspectiva de una pésima cosecha, la actividad se recortó, influenciada también por los coletazos del peor momento del conflicto entre el campo y el Gobierno. Pero las lluvias, a partir de la primavera del año pasado, regaron las cosechas y la soja alcanzó un volumen 64% superior, mejorando la perspectiva para las empresas que tienen plantas en el país.
Además de Unitec Bio, la nacional Raiser; Renova, propiedad de Glencore y la aceitera Vicentín; Ecofuel, controlada por Aceitera General Deheza y Bunge; Louis Dreyfus; Patagonia Bioenergía; Explora, del grupo inversor chileno Meck; y Viluco, del grupo Lucci están entre las mayores productoras.
A ellas se le sumarán a partir del año próximo nuevas inversiones millonarias que fueron anunciadas recientemente. Por caso, Unitec está invirtiendo u$s 70 millones para construir una nueva planta de elaboración de biodiesel y duplicar su actual nivel de producción. Otro caso es el de Cargill, que anunció un desembolso de u$s 450 millones para levantar dos plantas y entrar en el negocio nacional de los biocombustibles. También Ecofuel está construyendo una nueva planta para aumentar su capacidad de producción del producto en el Gran Rosario, la región donde se concentran las inversiones del rubro.
El aumento de la demanda mundial de biodiesel, junto con la puesta en vigencia del corte obligatorio de los combustibles fósiles con sus pares ecológicos, primero al 5% y ahora, al 7% para el caso del biodiesel, impulsan las inversiones.
En paralelo, mientras crece el consumo mundial de harina de soja y el aceite sufre restricciones como la que este año impuso china a la Argentina en materia comercial, el biodiesel surge como la mejor opción para agregar valor al aceite de soja. el 82% del grano de soja se convierte en harina con la molienda, que necesariamente deja un 18% de aceite derivado que las empresas buscan colocar en el mercado de la mejor manera.
En el sector empresario estiman que las exportaciones de biodiesel llegarán a los 1,5 millones de toneladas en 2010, 36% más que en 2009.