Los presidentes de las entidades gremiales del campo se mostraron ayer juntos y unidos, a pesar de las diferencias públicas que los separan y que generaron cortocircuitos entre los líderes nacionales del sector en las últimas semanas. En ese marco, pidieron una audiencia con la presidenta Cristina Fernández para tratar la problemática del trigo, a la vez que alertaron que los productores trigueros quieren volver a la protesta, ante la falta de soluciones a reclamos que llevan ya cuatro años.

La excusa para el almuerzo fue realizar un balance del año y analizar la difícil situación de los productores trigueros, que en plena cosecha del cereal y cuando se espera una buena campaña no consiguen buenos precios para colocar su mercadería. En terreno neutral –como definió el presidente de Coninagro, Carlos Garetto–, el cooperativista se encontró con sus pares de Sociedad Rural, Hugo Biolcati; de Confederaciones Rurales (CRA), Mario Llambías, y de Federación Agraria (FAA), Eduardo Buzzi, quien en los últimos meses había estado ausente de las reuniones quincenales de la mesa de enlace.

Tras el almuerzo, los cuatro dirigentes se mostraron en bloque durante una conferencia de prensa en la que Buzzi, como lo hizo durante la batalla contra las retenciones móviles, ofició de vocero del cónclave.

El líder federado señaló que la mesa de enlace ingresaba en un plan de acción para tratar de cambiar la realidad del trigo, intervenido desde hace 4 años por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Básicamente Buzzi reiteró, como informó El Cronista el lunes, los puntos que había consensuado con el consejo directivo de FAA: pedir audiencias con gobernadores de las provincias trigueras para que se involucren en la resolución del problema, realizar asambleas de productores, y agotar todas las instancias posibles de diálogo antes de ir a una medida de fuerza.

Por eso, junto a sus colegas de la mesa, resolvieron solicitar una audiencia al Poder Ejecutivo Nacional. También dijo que el lunes le pedirán a legisladores nacionales que investiguen “las acciones que habilitó Moreno para que hagan negocio a costa de los productores trigueros”.

“Vamos a pedir que se investigue cuánto y cómo se produce el traslado de plata a grupos concentrados favorecidos por Moreno”, enfatizó Buzzi, quien insistió en que el productor de trigo recibe por 60 centavos por kilo de su cereal, cuando los consumidores pagan por lo menos $ 8 por kilo de pan y $ 30 la docena de facturas.

Y añadió que “los malos precios” que enfrentan algunos rubros del agro responden a “los resquicios que habilitó Moreno para beneficiar a grupos económicos concentrados”.

Llambías, a su turno, se refirió a la ganadería. “No nos sorprende el precio de la carne, los productores perdieron sus rodeos, en 2009 se mataron 14 millones de animales y este año serán 10 millones”. “Los consumidores perdieron por los aumentos y los trabajadores de la carne se quedaron sin trabajo”, apuntó.