Después de varias idas y venidas, en los próximos días Agricultores Federados Argentinos (AFA), una cooperativa de productores vinculados con la Federación Agraria Argentina (FAA), presentará formalmente al Ministerio de Agricultura su propuesta para realizar cambios en el sistema de comercialización en trigo y maíz, productos fuertemente intervenidos por la Secretaría de Comercio Interior, que conduce Guillermo Moreno.
Hay incertidumbre respecto de cuál será la reacción de Moreno, ya que AFA llevará su propuesta directamente a las oficinas del Ministerio Agricultura, cuyos funcionarios ya dejaron entrever su respaldo para que se pueda poner en marcha a partir de esta misma campaña agrícola.
La iniciativa, adelantada por LA NACION, apunta a dejar atrás el sistema de cupos, donde en ciertos momentos del año Moreno autoriza los tonelajes que se pueden ir exportando. Esa práctica impide una competencia permanente, por ejemplo, entre molinos y exportadores, y ocasiona que el productor cobre menos de lo que debería por su producción.
Ante esta situación, en AFA pensaron en un sistema para que el 40% de la producción se destine obligatoriamente al mercado interno, para cubrir las necesidades de abastecimiento, y que con el otro 60 por ciento haya libre disponibilidad para su exportación. Para hacerlo operativo, diseñaron un sistema de certificados, otorgados por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), para que se administren esos porcentajes.
La propuesta tuvo adhesiones en la cadena, pero también objeciones que obligaron a la cooperativa a hacer cambios. El jueves pasado, en una reunión con las bolsas de cereales, acopiadores, corredores y entidades de los productores, AFA aceptó modificaciones antes de ir con el paper final a Agricultura. Se espera que haya una reunión en esa cartera para fines de esta semana.
Entre otras modificaciones importantes, ya no habrá dos certificados como pretendía AFA, es decir, uno para el mercado interno y otro para la exportación. "Sólo existirá un certificado, de libre disponibilidad por el 60% de la producción, que será destinada a la exportación, mientras que para el mercado interno no habrá certificados", expresó a La Nacion Jorge Torruella, presidente del Centro de Corredores y Agentes de la Bolsa de Cereales porteña.
La idea es que ese certificado de libre disponibilidad sea electrónico y lo puedan solicitar los productores contra su declaración jurada sobre lo que sembraron y la existencia de granos. El productor va a tener que declarar el trigo antes del 31 de enero y el maíz antes del 30 de junio.
Por otra parte, a pedido de las bolsas de cereales, productores, acopiadores y corredores, AFA aceptó sacar de su propuesta la idea de crear un fideicomiso para que el Estado pudiera intervenir en el mercado interno como regulador y comprador de mercadería.
"Eso no va a estar [por el fideicomiso], pero sí habrá otras alternativas", explicó Gualberto Di Camilo, gerente general de AFA. En rigor, eliminada la figura del fideicomiso, se propuso que el Estado participe otorgando créditos a los productores para retención del cereal y para facilitar la operatoria tanto de productores como la industria en mercados de futuros.
COMISIÓN DE ANÁLISIS
A todo esto, como hubo reclamos para que los porcentajes de producción para el mercado interno y la exportación no sean estáticos, se decidió contemplar la creación de una comisión con todos los actores de la cadena y funcionarios para que analice y recomiende esos porcentajes. Muchos temen que los porcentajes estáticos perjudiquen a los productores que, por condiciones climáticas, hay años que sólo tienen calidad para su exportación o, por ejemplo, también se encuentran alejados de los compradores del mercado interno.
"Se evaluaría en esa comisión el volumen de la cosecha y los porcentajes del 40% [para el mercado interno] o el 60% [para la exportación] se van a ajustar a lo que diga esta comisión", dijo Carlos Vila Moret, director de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Esta entidad pidió que esta comisión tenga un carácter vinculante, es decir que sus planteos sean tenidos en cuenta.
Para los distintos actores, esta propuesta para el trigo y el maíz no es la ideal, pero representa un avance frente al actual sistema de cupos. Lo ideal, señalaron, sería que hubiera exportaciones siempre abiertas para que compitieran molinos y exportadores permanentemente.
En el fondo, lo que este plan de AFA hace es impulsar una megacuota para que pueda haber una competencia por el 60% de la producción. Si bien seguirían los ROE (registros de operaciones de exportación), se reclamará que su otorgamiento sea automático cuando el exportador reciba la mercadería, que el productor le venderá como de libre disponibilidad.
Sobre la propuesta, Vila Moret señaló: "Sigue habiendo compartimentos estancos, porque no van a competir entre sí [molinos y exportadores]. Pero si con esto se alivian los cupos, puede ser un paso adelante".
LISTAS DE LOS QUE AÚN NO VENDIERON
Durante las últimas horas, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación comenzó a pedir a los corredores de cereales listas con los nombres de los productores que todavía no pudieron comercializar su trigo. Según trascendió, la solicitud de la cartera agropecuaria es para determinar cuánto cereal puede estar pendiente de venta, pero que todavía no fue declarado por los productores. Hace unos días, Agricultura envió a los exportadores otra lista, pero en ese momento con los nombres de las cooperativas, productores y acopios que -por pedido de intendentes cercanos al ministro Julián Domínguez- debían adquirirles trigo..