Tras el contundente triunfo electoral de Cristina Kirchner, y en momentos en que cada vez es más necesaria la llegada de agrodólares desde el exterior, unas cuarenta entidades del sector agropecuario intentaron demostrar que la modificación de las políticas destinadas al campo resultaría beneficiosa. Hasta un crítico feroz como Hugo Luis Biolcati, titular de la Rural, se mostró de acuerdo con algunos postulados lanzados por la Casa Rosada.
“Esperamos que se renueve el diálogo que lleve a verdaderos consensos”, se ilusionó.
En su octavo encuentro anual, realizado ayer en Santa Fe e inaugurado por el gobernador Hermes Binner, el Foro de la Cadena Agroalimentaria emitió mensajes a la Presidenta. Temerosas de que la tan mentada “profundización” del modelo implique la repetición de recetas muy criticadas hasta ahora, las cámaras allí nucleadas (representan la producción, el comercio y la exportación agrícola) pidieron “políticas macroeconómicas perdurables y claras” que permitan aprovechar el favorable escenario internacional.
El Foro, una suerte de think tank agropecuario, se blindó ayer de economistas. Coincidieron en que la firme demanda externa de alimentos constituye una oportunidad de oro para que la Argentina incremente su producción y genere empleo genuino.
El ex director de la CEPAL, Bernardo Kosakoff, aseguró que “la cadena agroalimentaria tiene un rol fundamental”. Jorge Vasconcelos, de IERAL, advirtió que “tenemos que seguir siendo una economía abierta para potenciar los términos de intercambio”. Y el economista jefe de ese instituto, Juan Manuel Garzón, afirmó que este escenario promisorio permitiría “generar mucho empleo”. También el ex secretario, Marcelo Regúnaga, se sumó, pero pidió “una política de Estado a largo plazo”.
El ex titular de Fiel,Enrique Szewach, fue designado para colocar estas expresiones en un documento. “Lo que se impone es una política compatible con un escenario internacional favorable a la exportación agroindustrial y no limitar las mismas, conspirando contra el crecimiento y el progreso”, escribió. A juicio del bloque, las políticas a modificar son las que emanan sobre todo de la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Guillermo Moreno. “En los últimos años el entorno institucional se ha ido desdibujando ”, precisó el documento. Y agregó: “La Argentina actúa con medidas regulatorias, impositivas y de controles de precios que tienen efectos negativos sobre la producción ”.