Los ganaderos han alcanzado el mejor precio por kilo vivo desde 1980, puntualizó la jefa del Estado al participar de un acto en la ciudad santafesina de Las Parejas, donde recorrió la octava edición de la muestra agroindustrial, que este año llevó el nombre de Néstor Kirchner.
Cristina ponderó el buen momento del sector agroindustrial y exhortó a los legisladores a tratar y aprobar la ley contra la extranjerización de la tierra.
Los empresarios no deben tener miedo, porque el Estado siempre a va estar al lado de los empresarios argentinos, para ayudarlos y apoyarlos, como lo hemos hecho, con todas las políticas activas, planteó Cristina.
Y recalcó: hoy puedo decir, y ningún ganadero me lo puede desmentir, que se alcanzó el mejor precio por kilo vivo desde el 1980 a la fecha.
Según indicaron especialistas en el mercado cárnico, en términos constantes y medido en dólares, la apreciación presidencial es correcta: Hoy el kilo vivo de novillo se cotiza en torno a u$s 2,5, (ayer cerró en el Mercado de Liniers a un promedio de $ 9,27 el kilo en pie.
En 1980 el precio estaba en u$s 2,7 en medio de las turbulencias económicas de esa época.
Según expuso el subsecretario de Ganadería, Alejandro Lotti, a la agencia Télam que los buenos precios obedecen a que se ha mantenido el consumo y a que hay una capacidad de compra que valida la mejora de los precios.
La demanda, que se mantiene en 54 o 55 kilos per cápita, tracciona el precio, indicó el funcionario.
Lotti expuso que para este fenómeno se conjuraron una restricción de oferta por la sequía de 2008 y un aumento de la capacidad adquisitiva, que valida los precios en los mostradores.
Lo que ni Cristina ni su funcionario admitieron es que la caída de stocks comenzó antes de la sequía de 2008/09, con fuerte liquidación de vacas, por los precios congelados que había establecido el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sobre el mercado de Hacienda de Liniers: desde 2006 a 2009 los valores por kilo vivo del novillo no se movieron por encima de los $ 3, aún cuando los costos subían en sintonía al índice general de inflación. La mejora en los precios que se evidencia desde el año pasado propició una etapa de retención de hacienda, pero los especialistas creen que la situación no se normalizará hasta dentro de tres años, siempre que las condiciones sean favorables