Como en un tobogán, el precio del trigo cayó ya un 41% desde abril pasado y pone al borde del quebranto económico a los productores, que, preocupados por esta situación y por una intervención oficial que profundiza aún más la baja del valor, comenzaron a hacer asambleas regionales.
En abril pasado, cuando los productores estaban tomando sus decisiones de siembra para la campaña que ya se está recolectando, el cereal de la posición enero, que marca el ingreso de la nueva cosecha, estaba en 190 dólares por tonelada. Pero ayer, en cambio, cerró en 111 dólares por tonelada, acentuando una caída que se profundizó en las últimas semanas.
Estos precios están por debajo del promedio de los últimos diez años para la posición enero, que da 133,4 dólares por tonelada, según un informe de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea). Según los analistas, la fuerte caída del trigo obedece al impacto de la crisis internacional, sumado a stocks mundiales que se ubican entre los más altos de la última década.
Pero localmente se agrega otro factor: la intervención del Gobierno en el mercado, que lleva a los compradores a pagar menos de lo que deberían. "Acá, con toda seguridad, los exportadores tienen capacidad para pagar 40 dólares más por tonelada", dijo Néstor Roulet, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona, con sede en Córdoba, Cartez. Roulet aportó un dato: sin retenciones ni trabas comerciales, en Uruguay los productores pueden acceder a casi 90 dólares más que los argentinos.
"La fuerte intervención del Gobierno, que cuotifica las exportaciones, no hace otra cosa que agravar aún más la caída del precio", dijo un reconocido operador del mercado.
En este contexto, con la cosecha avanzada en el 18,8% de la superficie implantada, de 4,6 millones de hectáreas según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el ánimo entre los productores por la caída de los precios no es el mejor. Federación Agraria Argentina (FAA) viene de realizar una asamblea en Arequito, Santa Fe, donde los productores se declararon en alerta y movilización. Además, decidieron elevar propuestas a la cúpula de la entidad para que el 12 del mes próximo eventualmente decida medidas de fuerza.
Por otra parte, en un comunicado, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) también expresó su preocupación. Dijo que con las trabas al comercio el Gobierno "promueve una escandalosa y discrecional transferencia de recursos". Y el diputado provincial bonaerense Jorge Srodek (Unión-Pro) tildó de "capricho del secretario Moreno" la intervención en el comercio.
Fuertes pérdidas
Mientras caen los precios, los productores dan cuenta de fuertes pérdidas económicas en el cultivo. A modo de ejemplo, Marcelo Carrique, productor de Henderson, en la provincia de Buenos Aires, cada 50 hectáreas que sembró gastó US$ 23.550 en semillas, fertilizantes, herbicidas y cosecha. Pero espera cobrar 18.834 dólares por su producción, al entregar su trigo a un precio neto (lo que finalmente le queda en bolsillo) de US$ 90 por tonelada.
"Perdió 4716 dólares cada 50 hectáreas, a los que habría que sumarles los gastos fijos, movilidad, comunicaciones, mantenimiento", explicó Aacrea sobre el caso de este productor.
La situación que afecta a los productores también está trayendo otros efectos colaterales. A los contratistas de cosecha, que con sus máquinas recolectan el cereal, no les está resultando nada fácil cobrar más caras las tarifas de sus servicios, afectados por la inflación.
"Vivimos una situación de extrema incertidumbre con el cereal", indicó Jorge Zunino, un contratista que opera en varias zonas de Buenos Aires.
Según pudo reconstruir La Nacion, la presidenta Cristina Kirchner se molestó con Moreno porque los productores se quejan de la situación en el mercado del cultivo.
"Vos estuviste pisando el mercado diciendo que no había más trigo y resulta que dicen que hay más", le habría recriminado la Presidenta.
Tras ese cruce, en los últimos días Moreno estuvo llamando a exportadores para conocer de su boca cuánto trigo estimaban que aún hay disponible de la última campaña. "Hay algo menos de 2 millones de toneladas", precisaron en una empresa. De esa mercadería, poco más del 15% sería mercadería que ya está en poder de los exportadores.
Ultimo día para declarar existencias del cereal
Hoy, a las 17, vencerá el plazo para que los productores, acopiadores, cooperativas y exportadores declaren ante la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno (Ucesci) su existencia física de trigo. Se trata del volumen que puedan tener guardado de la campaña 2010/2011 y anteriores. Según el Ministerio de Agricultura, la medida permitirá determinar nuevos saldos exportables para el trigo. Esto se hará dejando libre previamente un millón de toneladas para el consumo interno, a pedido del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. La medida despertó críticas de los productores, que sostienen que ya comunicaron ante la AFIP la mercadería que produjeron en la última campaña.