Las cuatro cadenas de cultivo de la Argentina, AcSoja, Argentrigo, ASsagir y Maizar, organizaron ayer un cocktail de fin de año que contó con la participación del secretario de Agricultura nacional, Lorenzo Basso y los subsecretarios Oscar Solís y Alejandro Lotti.
Allí los titulares de las cuatro entidades remarcaron que para concretar los objetivos que se propuso el PEA “se requiere que la relación público-privada genere las condiciones para permitir la atracción y concreción de mayores inversiones”.
Indicaron que la Argentina se encuentra ante una inmejorable oportunidad para suplir parte de la demanda creciente de cereales, aceites, harinas, proteínas, carnes y sus derivados, así como fibras y biocombustibles a través de las cadenas de valor. Estas cadenas generan en su conjunto el 36% del empleo, el 19% del PBI, el 44% de la recaudación impositiva y el 55% del valor de las exportaciones a nivel nacional.
Las cadenas llamaron a alcanzar “acuerdos de largo plazo”, para que “todos” los sectores que las componen expresen su potencial de producción e inversión. “No se lograrán los objetivos mencionados si la ecuación es de suma cero”, indicaron.
Reconocieron la iniciativa del Ministerio de Agricultura de acelerar los procesos de aprobación de nuevos eventos biotecnológicos, así como el trabajo de posicionamiento de los productos argentinos en los mercados mundiales.
Sin embargo, enumeraron varios temas pendientes: la resolución del reconocimiento de la propiedad intelectual en trigo y soja (para lo que apoyaron “el tratamiento legislativo de la modificación de la Ley de Semillas”), la reactivación del sistema ferroviario y fluvial de cargas, la estimulación de la incorporación de las gramíneas en la rotación por su aporte a la fertilidad física y química de los suelos y revertir el impacto negativo que el sistema de ROEs tiene sobre la comercialización de trigo y maíz. “Los ROE´s no funcionan como un registro, sino como licencias no automáticas que provocan interferencias e incertidumbre que se traducen en sobrecostos en las cadenas y desestimulan el aumento de producción”, criticaron.
A su vez, expresaron que “la paulatina adecuación de la política tributaria, modificando la ubicación de la carga impositiva, corrigiendo inequidades y distorsiones, inducirá a que se aplique el mejor paquete tecnológico disponible, con un aumento sensible de la producción, manteniendo e incrementando la competitividad de la agroindustria argentina”.